Brasil ha lanzado el Plan Nacional de Minería 2030, un proyecto con el que la industria del sector planea triplicar su producción de mineral de hierro, cobre y oro durante los próximos 20 años. El plan estratégico prevé inversiones totales privadas y públicas en torno a los 350.000 millones de dólares (259 millones de euros).
Los recursos serán destinados a investigaciones en el sector y a la expansión o descubrimiento de minas, transformación de mineral y obras de infraestructura y logística. Éste es el cuarto plan de minería del país, pero el primero en el que se establece un plazo a 20 años.
El anuncio lo realizó el Ministro de Minas y Energía de Brasil, Edison Lobao. La expectativa del Gobierno es que con las inversiones previstas, la mayoría procedente del sector privado, el sector minero crezca cinco veces en dos décadas y que la producción de mineral de hierro, acero y cemento, así como la generación de empleos, se tripliquen en ese período.
El documento tiene como base tres directrices: la gobernanza pública, para promover la minería en favor del interés nacional, la sostenibilidad ambiental y el desarrollo de las inversiones tecnológicas.
Durante la presentación del plan, Lobao explicó que en 2010 la facturación del sector alcanzó 150.000 millones de dólares (111 millones de euros). Además, afirmó que Brasil también quiere intensificar la producción de uranio e implantar un nuevo marco regulatorio para la minería. Este marco incluiría una reforma tributaria para la explotación de minerales, modificaciones en el pago y la participación extranjera en el sector. A partir de las nuevas regulaciones también serán creados órganos como el Consejo Nacional de Política para la Minería y una agencia regulatoria.
Las reservas de este mineral en el subsuelo brasileño se estiman en 1,3 millón de toneladas y pueden generar ganancias de 100.000 millones de dólares (74 millones de euros) al país.
El documento también resaltó como preocupante la dependencia de China, el mayor socio comercial de Brasil, al agregar que debería intentar ampliar su base de clientes para reducir su exposición a un declive económico en el gigante asiático.
Las importaciones de mineral de hierro de China durante 2010 ascendieron a 12.200 millones de dólares (9.032 millones de euros), frente a las exportaciones totales de mineral de hierro de Brasil, valoradas en 29.000 millones de dólares (21.469 millones de euros) para ese año.
Paulo Camillo Penna, director de la asociación de la industria minera de Brasil (Ibram), mantuvo que el plan era un buen punto de partida, pero que Brasil necesita enfocarse en mejorar su infraestructura, rebajar la carga tributaria y capacitar a trabajadores para la industria.
El anuncio lo realizó el Ministro de Minas y Energía de Brasil, Edison Lobao. La expectativa del Gobierno es que con las inversiones previstas, la mayoría procedente del sector privado, el sector minero crezca cinco veces en dos décadas y que la producción de mineral de hierro, acero y cemento, así como la generación de empleos, se tripliquen en ese período.
El documento tiene como base tres directrices: la gobernanza pública, para promover la minería en favor del interés nacional, la sostenibilidad ambiental y el desarrollo de las inversiones tecnológicas.
Durante la presentación del plan, Lobao explicó que en 2010 la facturación del sector alcanzó 150.000 millones de dólares (111 millones de euros). Además, afirmó que Brasil también quiere intensificar la producción de uranio e implantar un nuevo marco regulatorio para la minería. Este marco incluiría una reforma tributaria para la explotación de minerales, modificaciones en el pago y la participación extranjera en el sector. A partir de las nuevas regulaciones también serán creados órganos como el Consejo Nacional de Política para la Minería y una agencia regulatoria.
Las reservas de este mineral en el subsuelo brasileño se estiman en 1,3 millón de toneladas y pueden generar ganancias de 100.000 millones de dólares (74 millones de euros) al país.
El documento también resaltó como preocupante la dependencia de China, el mayor socio comercial de Brasil, al agregar que debería intentar ampliar su base de clientes para reducir su exposición a un declive económico en el gigante asiático.
Las importaciones de mineral de hierro de China durante 2010 ascendieron a 12.200 millones de dólares (9.032 millones de euros), frente a las exportaciones totales de mineral de hierro de Brasil, valoradas en 29.000 millones de dólares (21.469 millones de euros) para ese año.
Paulo Camillo Penna, director de la asociación de la industria minera de Brasil (Ibram), mantuvo que el plan era un buen punto de partida, pero que Brasil necesita enfocarse en mejorar su infraestructura, rebajar la carga tributaria y capacitar a trabajadores para la industria.
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