TECNOLOGÍA NUCLEAR A PRUEBA
Rolando Páucar Jáuregui Físico nuclear / Artículo
Diario El Peruano.- Mucho se ha especulado en las últimas semanas sobre lo que viene sucediendo en los reactores de Japón y más precisamente en los reactores de Fukushima, sus consecuencias en la salud, ambiente y sus posibles implicancias a escala mundial. Evidentemente, el tema nuclear resulta algo confuso para quienes no están inmersos en sus actividades. Sin embargo, no es excusa para perder la serenidad al comunicar.
Diario El Peruano.- Mucho se ha especulado en las últimas semanas sobre lo que viene sucediendo en los reactores de Japón y más precisamente en los reactores de Fukushima, sus consecuencias en la salud, ambiente y sus posibles implicancias a escala mundial. Evidentemente, el tema nuclear resulta algo confuso para quienes no están inmersos en sus actividades. Sin embargo, no es excusa para perder la serenidad al comunicar.
Para que exista un accidente en una central nuclear en operación normal, debe haber un suceso iniciador, como una rotura, una avería, etcétera. La seguridad nuclear establece escenarios en donde se consideran los posibles eventos que podrían ocurrir en una central nuclear, incluso los eventos improbables, los procedimientos para afrontar dichas emergencias y los sistemas de apoyo como bombas, válvulas, tuberías, motores, etcétera, de los que disponen los operadores en casos de un accidente.
En una operación de gestión de un accidente nuclear, el objetivo principal es mantener la integridad de las barreras que encierran el combustible nuclear, que es el material más radiactivo que hay en una central. El núcleo debe estar refrigerado, pues es ahí donde se producen grandes cantidades de calor, que si no son evacuadas ocasionan que la temperatura suba.
¿Qué sucedió en Fukushima luego del terremoto y tsunami? Los sistemas de apoyo fueron inutilizados por lo que no se dispuso de capacidad técnica para enfrentar los sucesos iniciadores y al no haber una exitosa gestión del accidente, en su primera fase, el núcleo se dañó. El calor no pudo ser evacuado, la temperatura subió de forma continua alcanzando su punto de fusión. Ante esta situación, se dijo que el combustible nuclear, como las varillas con su contenido, comenzó a deformarse y, finalmente, fundirse.
En este tipo de accidentes, los sistemas disponibles son menos que antes y al haber zonas de la central contaminadas es difícil realizar operaciones manuales. Las decisiones que se toman ya no se encuentran en los manuales de procedimientos de operación de emergencia, más bien, hay que apelar al ingenio y capacidad de los ingenieros para enfrentar la situación.
Hay mucho por analizar después de este accidente, pero quizá una de las tecnologías que saldrán muy fortalecidas será la nuclear. Esta aseveración se hace en virtud de la ingeniería que ha resistido un terremoto y un tsunami de gran magnitud y cómo la tecnología de hace 40 años de esos reactores nucleares ha contenido y blindado hasta hoy la fuga masiva de radiaciones al exterior.
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