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miércoles, 27 de abril de 2011

Chernóbil: a 25 años del accidente

Rolando Paucar Jauregui/ Presidente del Instituto de Investigación para la Energía y Desarrollo(IEDES)

Diario La Primera.- Luego de dos décadas y media que el mundo despertase ante el peor desastre nuclear, que algunos medios de información señalaban como el Apocalipsis de la humanidad, el vistazo de un especialista en materia de energía nuclear aclara el panorama y pone los pies en la tierra ante el pánico generado por el desastre nuclear que vive actualmente Japón y su central de Fukushima.

La madrugada del 26 de abril de hace veinticinco años se produjo una gran explosión, en el reactor número cuatro de la central nuclear de Chernóbil, en Ucrania. Esta explosión hizo volar el techo y las paredes de hormigón de la sala del reactor, lanzando fragmentos de grafito, combustible nuclear y polvo radiactivo a la atmósfera.

Desde entonces son numerosos los cálculos que se han hecho para tratar de determinar los efectos de aquel accidente en la salud humana. Las Naciones Unidas emitieron un informe para dar respuestas definitivas y brindar sugerencias para reparar las vidas dañadas. Las cifras se presentan en un informe titulado “La herencia de Chernóbil: repercusiones sanitarias, ambientales y socioeconómicas”.

En el informe, que resume un documento de 600 páginas publicado en tres volúmenes, recoge el trabajo de centenares de científicos, economistas y expertos del sector de la salud, se evalúan los efectos producidos por el mayor accidente nuclear de la historia.

En este informe se estima que aproximadamente 1,000 personas, entre los empleados del reactor que se encontraban en el emplazamiento y los trabajadores de servicios de emergencia, sufrieron una exposición intensa a altos niveles de radiación el primer día del accidente; de los más de 200,000 trabajadores de servicios de emergencia y de operaciones de recuperación que estuvieron expuestos a la radiación durante el período 1986-1987, se estima que unos 2,200 morirán por una causa relacionada con esa exposición.

La sombra del CáncerDe otro lado se menciona que la contaminación provocada por el accidente ha causado alrededor de 4,000 casos de Cáncer de tiroides, principalmente en personas que eran niños o adolescentes en el momento del accidente, y al menos nueve niños han muerto de Cáncer de tiroides; no se encontró pruebas de un aumento de la incidencia de la leucemia y el Cáncer entre los residentes afectados, con todo, la tasa de supervivencia entre las víctimas del Cáncer, ha sido de casi el 99%.

No se han encontrado pruebas de una disminución de la fecundidad en la población afectada, ni parece probable que se produzca; tampoco se han encontrado pruebas de un aumento de las malformaciones congénitas que pueda atribuirse a la exposición a la radiación.

Junto con las defunciones y enfermedades causadas por la radiación, el informe define los efectos de Chernóbil en la salud mental como “el mayor problema de salud pública creado por el accidente”, y atribuye este perjudicial efecto psicológico en parte a la falta de información exacta.

El verdadero impactoUno de los especialistas refiere que los efectos sanitarios del accidente podrían haber sido espantosos, pero una evaluación final basada en las conclusiones validadas del trabajo científico más serio indica que los efectos en la salud pública no fueron ni con mucho tan graves como se temió en un principio. La estimación de la cifra final de defunciones que se da en el informe es muy inferior a las especulaciones que se venían haciendo y difundiendo sobre las decenas de miles de muertes que causaría la exposición a la radiación.

En cuanto a los efectos en el medio ambiente, el informe también es tranquilizador: las evaluaciones científicas indican que, salvo en la zona incluida en un radio de 30 km del reactor, que está muy contaminada, y en algunos lagos cerrados y bosques de acceso restringido, los niveles de radiación han vuelto a situarse, en su mayor parte, en valores aceptables. A decir de los especialistas, en la mayoría de las zonas los problemas son de índole económica y psicológica, no sanitaria o ambiental.

Atención sicológicaUna recomendación fundamental aborda el hecho de que gran parte de la población, especialmente en las zonas rurales, aún carece de información exacta, y subraya la necesidad de encontrar mejores maneras de informar al público y de subsanar la falta de credibilidad que ha obstaculizado los esfuerzos anteriores. Según el estudio, aunque se dispone de información exacta desde hace años, esa información no ha llegado a quienes la necesitan, o bien, cuando ha llegado, la población no ha confiado en ella, no la ha aceptado y no ha actuado en consecuencia.

Esta recomendación pide que se proporcione información adaptada a los distintos públicos, tales como los dirigentes comunitarios y los agentes de salud, y que se adopte al mismo tiempo una estrategia más amplia que promueva modos de vida sanos y que informe sobre cómo reducir la exposición a la radiación interna y externa y hacer frente a las principales causas de enfermedad y mortalidad.

El tiempo transcurrido definitivamente no minimiza el drama, pero permite confirmar a todas luces que la tragedia de Chernóbil fue un hecho aislado, fruto de una tecnología nuclear obsoleta y de un pésimo control de las medidas de seguridad.

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