Vigilar alimentos del Japón

También pide monitoreo a las personas que arriben de ese país, como turistas y connacionales.

MARCELA CANALES

Diario Expreso.- Luego de descartar la posible llegada al Perú de partículas radiactivas originadas por la fuga de las plantas nucleares de Fukushima, en Japón, el presidente del Instituto de Investigación para la Energía y el Desarrollo (Iedes), Rolando Páucar, advirtió que las autoridades locales deben vigilar, en cambio, los alimentos y las personas que lleguen de ese país a nuestro territorio.

“Que la radiación llegue a nuestro país por aire, definitivamente no ocurrirá. Lo que podría pasar es que alimentos provenientes de Japón no sean medidos en nuestras fronteras y finalmente pasen a nuestro país. Esa es la preocupación porque podrían estar contaminados. Para descartar eso, se tienen que tomar medidas y protocolos adecuados que ya los aplicamos cuando ocurrió lo de Chernobyl”, explicó.

En ese sentido, mostró su preocupación de que el órgano regulador en el país, que es el Instituto Peruano de Energía Nuclear (IPEN), no haya contemplado aún un protocolo para esa emergencia. “Ellos se basan en las recomendaciones del organismo internacional de energía atómica, sin embargo, como Iedes, creemos que debe ejecutarse un protocolo exclusivamente para la gente que viene de Japón. Monitorearlos en el aeropuerto. Ya algunos países como España lo han tomado en cuenta y lo han aplicado”, subrayó el físico nuclear. 

Sobre el desarrollo de la energía nuclear en el país, el especialista indicó que antes de negarse a ello y tomar una decisión apresurada (por el desastre en Japón), se debe hacer un análisis sobre ese tema y determinar si es buena o mala para Perú. En su opinión es buena, porque también sirve en aplicaciones para la salud y como energía alternativa al gas y la gasolina.

El dato
La Organización Mundial de la Salud (OMS) se mostró “muy preocupada” por las altas dosis de radiación detectadas en alimentos en el norte de Japón tras el terremoto y posterior tsunami, que dañó varios reactores de la central nuclear de Fukushima.