Diario La Primera.- La población que vive en las zonas cercanas al reactor nuclear Huarangal, en Carabayllo, viene siendo ignorada por las autoridades del Instituto Peruano de energía Nuclear (Ipen), pues no son tomados en cuenta para los ensayos de evacuación ante posibles daños en la mencionada estructura.
Para Rolando Páucar Jáuregui, del centro de Investigación para la energía y Desarrollo (IEDES), esta situación pasa por el descuido estatal hacia la población de los centros poblados en los alrededores de Huarangal, de aproximadamente mil familias, y por fallos en la estructura del Ipen, que requieren una urgente reingeniería para subsanarlos.
El especialista en temas de energía nuclear comentó que actualmente el Ipen tiene en un solo brazo al órgano que explota la energía nuclear y a la entidad que regula este tipo de actividades, es decir, son juez y parte. También, Páucar comentó que los altos cargos directivos en el Ipen deben ser siempre ocupados por profesionales afines a las ciencias físicas o a la ingeniería, para que puedan desempeñarse con soltura y explicar claramente a la población sobre las actividades nucleares en el país. En relación a la estructura del Huarangal, y a las posibilidades de que ocurra una desgracia como la de Japón, Páucar Jáuregui detalló que él conoce el funcionamiento de este reactor a profundidad, pues formó parte del equipo que inició las operaciones, llegando a ser Jefe de seguridad Radiológica.
De igual forma, resaltó la labor del personal que hoy se encarga del control y manejo de los reactores en Huarangal es de primer nivel. Indicó que la estructura de nuestro reactor tiene una capacidad antisísmica como para soportar un terremoto de similar magnitud al sucedido en Japón.
Finalmente, Páucar destacó que es necesario entrenar a la población sobre cómo reaccionar ante una eventual situación de emergencia, pues lo mejor es prevenir antes que ensayar en el caso que ocurriese una desgracia o un accidente nuclear.
El especialista en temas de energía nuclear comentó que actualmente el Ipen tiene en un solo brazo al órgano que explota la energía nuclear y a la entidad que regula este tipo de actividades, es decir, son juez y parte. También, Páucar comentó que los altos cargos directivos en el Ipen deben ser siempre ocupados por profesionales afines a las ciencias físicas o a la ingeniería, para que puedan desempeñarse con soltura y explicar claramente a la población sobre las actividades nucleares en el país. En relación a la estructura del Huarangal, y a las posibilidades de que ocurra una desgracia como la de Japón, Páucar Jáuregui detalló que él conoce el funcionamiento de este reactor a profundidad, pues formó parte del equipo que inició las operaciones, llegando a ser Jefe de seguridad Radiológica.
De igual forma, resaltó la labor del personal que hoy se encarga del control y manejo de los reactores en Huarangal es de primer nivel. Indicó que la estructura de nuestro reactor tiene una capacidad antisísmica como para soportar un terremoto de similar magnitud al sucedido en Japón.
Finalmente, Páucar destacó que es necesario entrenar a la población sobre cómo reaccionar ante una eventual situación de emergencia, pues lo mejor es prevenir antes que ensayar en el caso que ocurriese una desgracia o un accidente nuclear.
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