Impulsosnegocios.com .- La muestra de ciencia y tecnología, Tecnópolis 2011, que se desarrolla en la ciudad bonaerense de Villa Martelli, propone entre sus distintos atractivos, acercarse al mundo de la energía nuclear hecha en Argentina.
En este sentido, un recorrido didáctico por el espacio de la CNEA (Comisión Nacional de Energía Atómica), en el continente Fuego, permite llegar hasta el corazón de la energía nuclear para comprender algunos de los beneficios que aporta a la sociedad, entre ellos, electricidad y medicina nuclear.
En el centro del domo, situado en la megamuestra, un video 3D recrea el proceso de fsión del átomo y exhibe los detalles del Proyecto CAREM (Central Argentina de Elementos Modulares): un reactor nuclear desarrollado íntegramente en Argentina, con medidas de seguridad únicas en el mundo, que producirá 25 megavatios eléctricos, suficientes para abastecer a una población de 100 mil habitantes.
En el país hay actualmente dos centrales nucleares para la generación de energía eléctrica: Atucha 1 abastece el equivalente a un tercio de la Provincia de Buenos Aires y Embalse a casi toda la provincia de Córdoba. Atucha 2 estará inaugurada para fin de año y generará el equivalente a todo el consumo de la ciudad de Buenos Aires.
“Argentina tuvo el primer reactor nuclear de potencia del cono sur y el primero de investigación del hemisferio. Además exporta reactores de investigación. Lamentablemente durante muchos años lo que exportamos fueron científicos pero ahora este gobierno se propuso repatriar a los que tuvieron que irse porque aquí no había trabajo”, explicó Aníbal Blanco, ingeniero nuclear e investigador de la CNEA, formado en el Instituto Balseiro de Bariloche, donde hoy es docente.
Todo empieza con el uranio
El ciclo de combustible nuclear se incia con la extracción del uranio, el mineral usado como combustible en los reactores nucleares. Luego de procesarlo se obtiene una pastilla de un centímetro de diámetro equivalente a 500 litros de petróleo o 1000 kilogramos de carbón. El combustible va dentro de los reactores donde se produce, mediante fisión en cadena, la reacción nuclear que libera gran cantidad de energía.
La electricidad se obtiene introduciendo agua y combustible de uranio dentro de un reactor nuclear: “La fuerza del vapor mueve unas turbinas gigantes que están acopladas a un dínamo, y éste produce energía eléctrica, igual que cualquier central convencional”, explicó Aníbal Blanco.
Aplicaciones en la medicina
Los reactores de investigación producen radioisótopos para medicina nuclear que, mezclados con la sustancia que requiera el órgano a estudiar, funcionan como trazadores dentro del cuerpo.
“Una cámara gama capta, mediante imágenes, la radiación que el paciente emite. Permite ver si hay vida en el órgano y determina un análisis muy preciso de enfermedades como el cáncer”, contó Elias El Tamer, director del Centro de Medicina Nuclear del Hospital de Clínicas que el próximo mes inaugura el SPCT/TC, un equipo de última generación que funciona como cámara gama y tomógrafo al mismo tiempo: “Es el primero en un hospital público, nos posiciona en un nivel de primer mundo”, concluyó.
Los radioisótopos en medicina se utilizan para el diagnóstico o tratamiento del cáncer de mama, próstata, tiroides y también para enfermedades cerebrales, óseas o pulmonares.
En este sentido, un recorrido didáctico por el espacio de la CNEA (Comisión Nacional de Energía Atómica), en el continente Fuego, permite llegar hasta el corazón de la energía nuclear para comprender algunos de los beneficios que aporta a la sociedad, entre ellos, electricidad y medicina nuclear.
En el centro del domo, situado en la megamuestra, un video 3D recrea el proceso de fsión del átomo y exhibe los detalles del Proyecto CAREM (Central Argentina de Elementos Modulares): un reactor nuclear desarrollado íntegramente en Argentina, con medidas de seguridad únicas en el mundo, que producirá 25 megavatios eléctricos, suficientes para abastecer a una población de 100 mil habitantes.
En el país hay actualmente dos centrales nucleares para la generación de energía eléctrica: Atucha 1 abastece el equivalente a un tercio de la Provincia de Buenos Aires y Embalse a casi toda la provincia de Córdoba. Atucha 2 estará inaugurada para fin de año y generará el equivalente a todo el consumo de la ciudad de Buenos Aires.
“Argentina tuvo el primer reactor nuclear de potencia del cono sur y el primero de investigación del hemisferio. Además exporta reactores de investigación. Lamentablemente durante muchos años lo que exportamos fueron científicos pero ahora este gobierno se propuso repatriar a los que tuvieron que irse porque aquí no había trabajo”, explicó Aníbal Blanco, ingeniero nuclear e investigador de la CNEA, formado en el Instituto Balseiro de Bariloche, donde hoy es docente.
Todo empieza con el uranio
El ciclo de combustible nuclear se incia con la extracción del uranio, el mineral usado como combustible en los reactores nucleares. Luego de procesarlo se obtiene una pastilla de un centímetro de diámetro equivalente a 500 litros de petróleo o 1000 kilogramos de carbón. El combustible va dentro de los reactores donde se produce, mediante fisión en cadena, la reacción nuclear que libera gran cantidad de energía.
La electricidad se obtiene introduciendo agua y combustible de uranio dentro de un reactor nuclear: “La fuerza del vapor mueve unas turbinas gigantes que están acopladas a un dínamo, y éste produce energía eléctrica, igual que cualquier central convencional”, explicó Aníbal Blanco.
Aplicaciones en la medicina
Los reactores de investigación producen radioisótopos para medicina nuclear que, mezclados con la sustancia que requiera el órgano a estudiar, funcionan como trazadores dentro del cuerpo.
“Una cámara gama capta, mediante imágenes, la radiación que el paciente emite. Permite ver si hay vida en el órgano y determina un análisis muy preciso de enfermedades como el cáncer”, contó Elias El Tamer, director del Centro de Medicina Nuclear del Hospital de Clínicas que el próximo mes inaugura el SPCT/TC, un equipo de última generación que funciona como cámara gama y tomógrafo al mismo tiempo: “Es el primero en un hospital público, nos posiciona en un nivel de primer mundo”, concluyó.
Los radioisótopos en medicina se utilizan para el diagnóstico o tratamiento del cáncer de mama, próstata, tiroides y también para enfermedades cerebrales, óseas o pulmonares.
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