La Vanguardia.com.- GDF Suez es el primer productor independiente de electricidad del mundo (obtiene el 18% de energías renovables, el 10% de sus siete centrales nucleares en Bélgica), y es el primer comprador de gas natural e importador de gas licuado en Europa, y está muy internacionalizado. Socio histórico de La Caixa, fue accionista de Gas Natural, y es socio de referencia de Agbar.
¿La crisis les afecta?
Nuestro grupo está muy diversificado. El crecimiento de la demanda en el mundo emergente es fuerte, ahí no tenemos ninguna crisis. También tenemos la suerte de tener la división de servicios para la eficiencia energética y las actividades de servicios de medio ambiente (agua y residuos), que son indispensables para la vida, estas actividades han resistido muy bien a la crisis. Tenemos amortiguadores de crisis.
¿Cuál es el futuro de la energía nuclear, tras Fukushima?
La industria nuclear ya no será igual que antes, pero tiene un futuro en el mundo: menor de lo que se había previsto, pero más exigente, más seguro. Los países asiáticos han confirmado su compromiso, es en Occidente donde ha habido más interrogantes.
¿Hay posibilidad de instalar nuevas centrales nucleares?
Ahora no tenemos nada en construcción, pero sí proyectos. Pero va a depender en los próximos meses de lo que se llaman los test de estrés en las centrales. Las conclusiones que los estados europeos y americanos van a extraer darán más luz a las próximas decisiones. Si todas las centrales aprueban, quizás será más fácil ante la opinión pública, pero si hay que hacer obras importantes, influirá sobre las condiciones de explotación de la energía nuclear. Por ahora no hemos cambiado nuestra estrategia de mantener a largo plazo el parque nuclear en el 10% de nuestra producción eléctrica. Sabemos que va a bajar al 7% por otras centrales que tenemos en construcción, luego debería subir al 10%.
¿Cómo ve el futuro de la diversificación energética?
Desde siempre en Suez somos partidarios de un mix, ni todo nuclear ni todo gas ni eólico. Hoy la opinión pública a menudo piensa que si hay menos nuclear habrá más renovables, pero yo pienso que habrá más energía, pero no sólo renovable, el gas natural tendrá un papel creciente y más importante en este mix energético futuro. La Agencia Internacional de la Energía ha publicado un informe que hace del gas natural la gran fuente de energía del siglo XXI. Antes se decía que había 40 años de reserva de petróleo y 60 de reserva de gas, desde que se encontraron gases no convencionales, se piensa que hay reservas de gas para uno o dos siglos. Así que en el siglo XXI habrá mucho gas disponible a precio accesible.
¿El gas es una fuente estable, en términos geopolíticos?
Hay muchos países que tienen reservas de gas, como EE.UU., y Canadá, Brasil, en África y los países de Oriente. Rusia, Irán, Qatar, China... El gas está bien distribuido por el mundo, es bastante abundante y barato, además es una fuente de energía limpia. Me gustaría ilustrarlo con un punto. Europa se ha fijado objetivos muy ambiciosos para el 2020: reducir 20% el consumo, tener el 20% de energías renovables. Estos objetivos se alcanzarían si se substituyeran todas las centrales de carbón de Europa por centrales de gas. En Europa se piensa enseguida en la energía renovable, solar, eólica; pero creo que las renovables no podrán por si solas ocupar el espacio de las nucleares. Las energías eólica y solar son intermitentes, sólo producen cuando hay viento o es de día. No podemos almacenar esa energía lo suficiente. Y el consumidor quiere consumir 24 horas al día. Las energías renovables hay que complementarlas, y el sistema más flexible son las centrales de gas, se ponen rápidamente en marcha.
¿Cuáles son sus áreas de crecimiento geográfico?
Nuestra prioridad es el desarrollo en el mundo emergente. En generación de electricidad nos aporta el 50%, que es mucho. Y va a aumentar en cuatro años, será el 60%. En América Latina hemos invertido fuertemente en Brasil, Chile, Perú y Panamá. En Oriente Medio (Abu Dabi, Qatar, Bahréin, Omán y Arabia Saudí) hemos construido 27.000 MW, el equivalente a 27 centrales nucleares. Somos el primer productor de electricidad en los países del Golfo. Y en el Sudeste Asiático estamos en Singapur, Indonesia, Tailandia, Pakistán.
¿Esto significa que en los países desarrollados ya no aumenta el consumo?
Tengo una concepción bastante biológica de la empresa: no voy a pensar en un gran desarrollo internacional sin apoyarnos en los fundamentos domésticos, que para nosotros son Francia, Bélgica, y Europa. Una cosa no va en detrimento de la otra. Crecemos más rápidamente evidentemente en los países emergentes. Europa ha escogido un tipo de crecimiento que consuma poca energía: va a consumir menos kw/h y menos m3 de gas natural, pero más servicios de eficiencia energética. Hemos creado una división dedicada a la eficiencia energética GDF Suez Energie Services. Hace diagnósticos de eficiencia energética, realiza redes colectivas de calor y frío, que tienen rendimientos térmicos muy superiores a las instalaciones individuales. En España tenemos dos redes importantes de frío y calor, en Barcelona y en Zaragoza. En Londres ganamos la concesión de 40 años para distribuir calor y frío con electricidad a la zona olímpica y barrios al noroeste. También lo hacemos en Oriente Medio y Asia.
¿Sus planes en España?
Estamos para acompañar el crecimiento de Agbar. En el ámbito de la energía, de momento no pensamos en aumentar la capacidad de las dos centrales; teníamos un tercer proyecto en Madrid, pero no vamos a desarrollarlo, hay suficientes centrales en España. En el ámbito de la eficiencia energética sí queremos crecer.
¿Por qué GDF ha salido del capital de Gas Natural?
Salimos un poco después de la alianza con GDF. Habíamos buscado desde hacía tiempo la alianza de Suez con un gran grupo europeo. Había dos: Gas de France o Gas Natural. Teníamos una relación con GN gracias a La Caixa y Repsol, pero la fusión con GDF, que había sido larga y complicada, porque era una privatización, al final acabó haciéndose, en 2008. Esto planteaba las cosas de forma distinta para Gas Natural, que se fusionó con Unión Fenosa. A partir de este momento, es divertido, dos operaciones muy parecidas, un eléctrico con un productor de gas, se consideró que cada uno iba a continuar su destino de forma diferente.
¿La Caixa sigue siendo un posible aliado para operaciones?
La Caixa es nuestro socio desde hace veinticinco años. Las relaciones siempre han sido excelentes. Consideramos que somos socios de Agbar y La Caixa todo junto. Y siempre hemos encontrado excelentes soluciones.
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