Blog Especializadísimos.- Debido a la crisis nuclear en Japón, García afirmó que el país no contará con una central atómica, por ser una “amenaza” a la seguridad del país. Sin embargo, desde la creación de la planta Oscar Miró Quesada de la Guerra en el primer gobierno aprista, Perú y Argentina se comprometieron en usar la energía nuclear en un futuro.
¿Contradicción? Rolando Paucar, presidente de IEDES, y testigo del discurso pro nuclear en 1989, argumenta que la energía nuclear viene siendo satanizada por los medios de comunicación. La energía atómica nuevamente está en el ojo de la tormenta.
A partir de la crisis en Fukushima, donde la fuga de material radioactivo está contaminando a escala mundial, ¿por qué tener una planta nuclear?
Es precipitado hablar de una planta nuclear, a partir del terremoto acontecido en Japón. La situación que ese país afronta ahora se debe a un desastre natural, lo que es producto de la mera casualidad. Según se comunicó por Wikileaks, la situación estructural de la central no estaba en toda su capacidad, por lo que hubo cierta negligencia previa al desastre.
Sin embargo, la posibilidad de un desastre de tamaña magnitud persiste…
Siempre y cuando no haya una debida fiscalización del estado de las plantas nucleares. Para esto existen estándares internacionales que los países deben considerar. Además, en Fukushima se falsificaron informes de supervisión desde el 2007, así que la negligencia operó desde el personal, mas no en el funcionamiento técnico.
Sobre García
Resulta curioso, porque García argumentó que, como el Perú se ubica en una zona sísmica, podría suceder lo mismo que en Japón…
Cierto que pertenecemos al Círculo del Pacífico, pero quedó constatado que hubo primero una negligencia del personal. Los comentarios de García fueron precipitados, más aún el compromiso de evitar la energía nuclear por 100 años, porque el país no lo necesita. El Perú debería utilizar todas las fuentes disponibles.
¿A pesar de que contemos con una amplia cuenca hidrográfica, así como otras fuentes naturales?
Esas fuentes resultan insuficientes. El Perú es el tercer país a nivel mundial que más sufre el impacto del cambio climático, que hace del viento y la luz solar fuentes inseguras de energía. La construcción de presas es igualmente contaminante, porque se inunda y explota la tierra, así como se altera la corriente natural de las aguas.
¿Pero la energía nuclear no es inestable por naturaleza, como sucedió en Chernobil?
Haciendo un cuadro comparativo entre las distintas fuentes de energía, la nuclear es la más segura. Todos creen que podría repetirse un Chernobil, pero resulta imposible, a menos que haya irresponsabilidad del personal. Ahora hay reactores con cinco barreras de contención, a diferencia de la planta soviética de Chernobil que solo tuvo dos barreras.
Por lo que cuenta, García no tendría de qué preocuparse…
Pero si tener una planta nuclear es más que una fuente energética, es como un identidad, que llama la atención a nivel mundial. Por hidroeléctricas nadie se sorprende. García se ha olvidado de su anterior discurso pro nuclear.
Sé que usted estuvo presente en la inauguración de la planta Oscar Miró Quesada de la Guerra en 1989...
Sí, yo estuve encargado de la seguridad radiológica dentro de las instalaciones, cuando los presidentes Alfonsín y García visitaron la central. Los titulares al día siguiente fueron que el Perú ingresaba a la carrera nuclear, pero nada se ha avanzado desde entonces.
Existen organizaciones como UNASUR, que integran empresas binacionales para la construcción de plantas nucleares. ¿Cómo hubiese sido si el proyecto nacional hubiese continuado?
Hubiéramos participado más en las relaciones entre Argentina y Brasil para la creación de plantas nucleares. Si se hubiese seguido con el proyecto, demora aproximadamente diez años la creación de una planta nuclear, o sea para el año 2000. No es nada imposible si se propone.
Un proyecto perdido
La inversión en la energía nuclear puede resultar millonaria para la obtención de energía ¿Qué derivados se producen en una hipotética planta nuclear para evitar un déficit en la economía nacional?
Para situarlo en una realidad, Brasil necesita tecnesio 99 para el desarrollo de su medicina y lo adquiere de Canadá y Europa. Perú fácilmente puede abastecer a Brasil. Otra posibilidad son los residuos de uranio luego de ser utilizados, porque estos contienen plutonio, elemento constitutivo para la elaboración de bombas.
En los ochentas, EE.UU. prohibió el desarrollo de la tecnología nuclear en Latinoamerica, debido a la posible venta de plutonio a la URSS. ¿Por qué no hubo mayor presión del IPEN (Instituto Peruano de Energía Nuclear) para continuar con el proyecto luego de la guerra fría?
Sucede que el IPEN como organismo está mal constituido, porque por un lado explota y fiscaliza, y por el otro promueve la energía nuclear. Entonces, ¿cómo puede ser que una misma institución se autorregule? Desde su creación, no hubo las bases legales ni organizacionales que aseguren el devenir del proyecto, si ni siquiera hay una ley aprobada para la explotación de uranio en el país.
El país parece estar en las condiciones económicas para asumir este reto, mas no en las legislativas…
Sí, pero el proyecto de una planta nuclear no se reduce a la discusión de técnicos dedicados al tema, sino en las agrupaciones políticas interesadas. Hasta el momento, IEDES no tuvo la oportunidad de conversar con los partidos políticos, aunque nunca falta la esperanza que alguien se interese. Por declaraciones como las de García, ahora el reto está más difícil.
¿Contradicción? Rolando Paucar, presidente de IEDES, y testigo del discurso pro nuclear en 1989, argumenta que la energía nuclear viene siendo satanizada por los medios de comunicación. La energía atómica nuevamente está en el ojo de la tormenta.
A partir de la crisis en Fukushima, donde la fuga de material radioactivo está contaminando a escala mundial, ¿por qué tener una planta nuclear?
Es precipitado hablar de una planta nuclear, a partir del terremoto acontecido en Japón. La situación que ese país afronta ahora se debe a un desastre natural, lo que es producto de la mera casualidad. Según se comunicó por Wikileaks, la situación estructural de la central no estaba en toda su capacidad, por lo que hubo cierta negligencia previa al desastre.
Sin embargo, la posibilidad de un desastre de tamaña magnitud persiste…
Siempre y cuando no haya una debida fiscalización del estado de las plantas nucleares. Para esto existen estándares internacionales que los países deben considerar. Además, en Fukushima se falsificaron informes de supervisión desde el 2007, así que la negligencia operó desde el personal, mas no en el funcionamiento técnico.
Sobre García
Resulta curioso, porque García argumentó que, como el Perú se ubica en una zona sísmica, podría suceder lo mismo que en Japón…
Cierto que pertenecemos al Círculo del Pacífico, pero quedó constatado que hubo primero una negligencia del personal. Los comentarios de García fueron precipitados, más aún el compromiso de evitar la energía nuclear por 100 años, porque el país no lo necesita. El Perú debería utilizar todas las fuentes disponibles.
¿A pesar de que contemos con una amplia cuenca hidrográfica, así como otras fuentes naturales?
Esas fuentes resultan insuficientes. El Perú es el tercer país a nivel mundial que más sufre el impacto del cambio climático, que hace del viento y la luz solar fuentes inseguras de energía. La construcción de presas es igualmente contaminante, porque se inunda y explota la tierra, así como se altera la corriente natural de las aguas.
¿Pero la energía nuclear no es inestable por naturaleza, como sucedió en Chernobil?
Haciendo un cuadro comparativo entre las distintas fuentes de energía, la nuclear es la más segura. Todos creen que podría repetirse un Chernobil, pero resulta imposible, a menos que haya irresponsabilidad del personal. Ahora hay reactores con cinco barreras de contención, a diferencia de la planta soviética de Chernobil que solo tuvo dos barreras.
Por lo que cuenta, García no tendría de qué preocuparse…
Pero si tener una planta nuclear es más que una fuente energética, es como un identidad, que llama la atención a nivel mundial. Por hidroeléctricas nadie se sorprende. García se ha olvidado de su anterior discurso pro nuclear.
Sé que usted estuvo presente en la inauguración de la planta Oscar Miró Quesada de la Guerra en 1989...
Sí, yo estuve encargado de la seguridad radiológica dentro de las instalaciones, cuando los presidentes Alfonsín y García visitaron la central. Los titulares al día siguiente fueron que el Perú ingresaba a la carrera nuclear, pero nada se ha avanzado desde entonces.
Existen organizaciones como UNASUR, que integran empresas binacionales para la construcción de plantas nucleares. ¿Cómo hubiese sido si el proyecto nacional hubiese continuado?
Hubiéramos participado más en las relaciones entre Argentina y Brasil para la creación de plantas nucleares. Si se hubiese seguido con el proyecto, demora aproximadamente diez años la creación de una planta nuclear, o sea para el año 2000. No es nada imposible si se propone.
Un proyecto perdido
La inversión en la energía nuclear puede resultar millonaria para la obtención de energía ¿Qué derivados se producen en una hipotética planta nuclear para evitar un déficit en la economía nacional?
Para situarlo en una realidad, Brasil necesita tecnesio 99 para el desarrollo de su medicina y lo adquiere de Canadá y Europa. Perú fácilmente puede abastecer a Brasil. Otra posibilidad son los residuos de uranio luego de ser utilizados, porque estos contienen plutonio, elemento constitutivo para la elaboración de bombas.
En los ochentas, EE.UU. prohibió el desarrollo de la tecnología nuclear en Latinoamerica, debido a la posible venta de plutonio a la URSS. ¿Por qué no hubo mayor presión del IPEN (Instituto Peruano de Energía Nuclear) para continuar con el proyecto luego de la guerra fría?
Sucede que el IPEN como organismo está mal constituido, porque por un lado explota y fiscaliza, y por el otro promueve la energía nuclear. Entonces, ¿cómo puede ser que una misma institución se autorregule? Desde su creación, no hubo las bases legales ni organizacionales que aseguren el devenir del proyecto, si ni siquiera hay una ley aprobada para la explotación de uranio en el país.
El país parece estar en las condiciones económicas para asumir este reto, mas no en las legislativas…
Sí, pero el proyecto de una planta nuclear no se reduce a la discusión de técnicos dedicados al tema, sino en las agrupaciones políticas interesadas. Hasta el momento, IEDES no tuvo la oportunidad de conversar con los partidos políticos, aunque nunca falta la esperanza que alguien se interese. Por declaraciones como las de García, ahora el reto está más difícil.
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