Terra.com.ar.- El ministro de crisis nuclear japonés reveló el viernes un plan para formar un regulador de seguridad más independiente, en un esfuerzo por restaurar la confianza en la capacidad del país de controlar efectivamente a las empresas de servicios tras el desastre de Fukushima.
La agencia supervisora estará separada del Ministerio de Comercio, que promueve la energía nuclear, luego de las críticas por sus cercanas relaciones con la industria, dijo el ministro Goshi Hosono.
La crisis de radiación desatada por el sismo y el tsunami en la planta Fukushima Daiichi, a 240 kilómetros al norte de Tokio, provocó una revisión de la política energética japonesa y el primer ministro Naoto Kan llamó a la nación a reducir dependencia en el sector nuclear.
El desastre también hizo que otros países evaluaran sus estándares de seguridad.
El supervisor nuclear estadounidense está considerando adoptar un enfoque más estricto que podría forzar a las plantas a prepararse para desastres mucho más violentos de los que originalmente fueron diseñadas para resistir.
"Creo con firmeza que a menos que reparemos fundamentalmente la regulación de la energía nuclear, incluyendo a nivel organizativo, no podremos recuperar la confianza pública", dijo Hosono en una rueda de prensa.
"Se debe crear una nueva organización lo más pronto posible", agregó.
ENTRENAMIENTO
El nuevo regulador fusionará a la Agencia de Seguridad Nuclear e Industrial y un organismo asesor del Gobierno, juntando a entre 500 y 600 funcionarios. Su personal recibirá capacitación para lograr reguladores con nivel internacional, agregó Hosono, de 39 años.
También considerará imponer regulaciones más estrictas a las plantas de energía nuclear, señaló.
La desconfianza del público en la energía nuclear y el control creció luego del sismo y el tsunami del 11 de marzo, que desataron fugas de radiación en la planta Fukushima de Tokyo Electric Power Co.
Si bien el público apoya la opinión de Kan de que Japón debería librarse de su dependencia en la energía nuclear, la confusión en torno a la política energética está afectando a la frágil economía japonesa.
Kan dijo que renunciará, pero no ha esclarecido cuándo, y aún no se sabe qué ocurrirá con la dirección fijada por su Gobierno cuando él se vaya.
El plan de Hosono de designar un nuevo regulador antes de abril primero debe ser aprobado por los ministros del gabinete. Después, las leyes correspondientes deben ser deliberadas en un dividido Parlamento, donde la oposición controla la Cámara alta.
(Reporte de Yoko Kubota; Editado en español por Marion Giraldo)
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