El Comercio.es.- Guillermo Velarde lleva toda una vida dedicada a la energía nuclear. Catedrático de Física Nuclear en la Universidad Politécnica de Madrid, asesor de diferentes entidades y partícipe de grupos de investigación, defiende esta energía como la forma de generación más barata y ataca los argumentos de quienes la tachan de peligrosa y altamente contaminante. Ayer participó en la apertura del curso sobre la economía energética española que se desarrolla en La Granda.
-La energía nuclear tiene mala reputación entre buena parte de la población española. ¿Se puede acabar con ella?
-España es un país extraño para estas cosas. Hubo un tiempo en que a los defensores de la energía nuclear se les consideraba rojos y, a los detractores, todo lo contrario. La gente cambia. Vamos a ir a la fusión nuclear (un proceso aún en desarrollo), pero tenemos que pasar primero por la cruz o, como queramos llamarlo, de la fisión (actual sistema de generación eléctrica a través de la energía nuclear). Y Francia en esto es un ejemplo para todos nosotros.
-A través del desastre de Japón, muchos han atacado a la energía nuclear, pero usted sostiene que la incidencia en la población fue mínima.
-Ese asunto se exageró. Hubo dos irradiados que no se sabe si morirán o no. El desastre ha sido económico, y de una magnitud nunca conocida en Japón, ni probablemente, en ningún país. Pero no ha sido un desastre por las centrales nucleares.
-¿Por qué España no se ha sumado a los avances en energía nuclear?
-Creo que por la propaganda. Todo lo que se habla de las centrales es en contra. Se habla de emisiones de partículas, pero también las hay en la sierra y a nadie se le ocurre cerrarla. Las hojas de tabaco tienen 0,35 picocurios de polonio 210, que es un producto cancerígeno muy fuerte. Es más nocivo fumar que vivir al lado de una central nuclear.
-¿Qué avances ha habido en el tratamiento de los residuos radiactivos?
-Creo que España ha enfocado bien este problema, almacenándolos temporalmente para ver qué se hace en el futuro, aprovechándolos en generadores más innovadores en el caso de la fisión o empleándolos más adelante para los de fusión.
-¿Pasa entonces el futuro por esta energía?
-La energía nuclear tiene dos variantes, la fisión y la fusión y son totalmente distintas. El futuro es la fusión nuclear.
-La ventaja que tiene es que la fusión del deuterio (combustible a utilizar) contenido en un litro de agua de mar, es equivalente a la energía contenida en 340 litros de gasolina. Todos los países tienen acceso al agua de mar, por lo tanto tienen acceso al deuterio. No hay el chantaje energético del petróleo o el carbón. Además, hay reservas de deuterio en la tierra para abastecer a la humanidad durante miles de millones de años. El problema es tecnológico.
-No. En la primera generación energética el tritio radiactivo sí lo es, pero en la segunda no tienen porqué serlo. Además, comparado con otros elementos no es nada. Mi reloj se ilumina en la oscuridad por tritio.
-La fusión no será posible hasta, al menos, 2050. España padece un problema energético. ¿A qué se enfrenta si no sigue el camino de la energía nuclear?
-A tener una energía más cara, los productos manufacturados más caros, exportar menos y aumentar el paro.
-La única solución es la de tener energía barata y, a día de hoy, esa es la nuclear.
-¿La generación nuclear ha estado estancada por las trabas políticas?
-Más que trabas políticas se trata de que, en una democracia, los votos son fundamentales, y si el pueblo piensa una cosa, el gobierno no puede ir en contra de ellos. Tendrá que convencerles previamente. El problema es hacer que el público se entere de las cosas y prescinda de la propaganda, a favor o en contra.
-Que tienen que abandonar un poco su manera de proceder y discutir públicamente las ventajas e inconvenientes. Todas las energías tienen ventajas e inconvenientes, pero la nuclear y la fotovoltaica son las del futuro.
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