Washington.- El mundo tal como lo conocemos se acabará, pero no será pronto.
La NASA ha calculado que toda
nuestra galaxia, la Vía Láctea, se estrellará de frente con una
galaxia vecina en unos 4.000 millones de años más, pero que el Sol y la Tierra
sobrevivirán.
Durante una conferencia de prensa de la NASA realizada el jueves, varios de sus astrónomos dijeron que
con base en las observaciones hechas durante años con el telescopio espacial
Hubble, pueden deducir detalles espeluznantes de la colisión
galáctica pronosticada desde hace mucho tiempo.
Los astrónomos ya sabían que la galaxia de Andrómeda se
estaba acercando, pero creían que había posibilidad de que cierto movimiento
lateral suyo haría que pasara rozando la Vía Láctea o que ni siquiera la tocara.
Las nuevas imágenes del Hubble, agregaron, muestran que no hay ninguna
posibilidad de eso.
"Esto será muy violento, justo como ocurren las cosas en el universo", dijo
Roeland van der Marel, un astrónomo del Space Telescope Science Institute
(Instituto de Ciencias del Telescopio Espacial) en Baltimore, que opera el
Hubble. "Es como un horrible accidente automovilístico, pero en términos
galácticos".
Los científicos creen poco probable que el Sol y la Tierra vayan a resultar
golpeados por estrellas o planetas de Andrómeda, debido al enorme vacío interno
de ambas galaxias. Así que la Tierra casi seguramente sobrevivirá a lo que será
una fusión galáctica a 1,9 millones de kilómetros por hora (1,2 millones de
millas por hora).
Pero incluso a esa velocidad, el hecho tomaría unos 2.000 millones de
años.
Una vez que todo haya pasado, nuestro sistema solar terminará en un lugar
diferente del cosmos.
La colisión modificará drásticamente la vista del cielo nocturno desde la
Tierra, en la que Andrómeda dominará la bóveda celeste, dijeron los
astrónomos.
La única manera en que Andrómeda pasara de largo sin chocar con la Vía Láctea
sería si su movimiento lateral fuese casi seis veces más rápido que lo que ha
indicado el Hubble, dijo van der Marel, quien publicará los nuevos hallazgos en
el próximo número de la revista Astrophysical Journal.
Hace cinco años, Avi Loeb, director de la Facultad de Astronomía de la
Universidad de Harvard, simuló este movimiento galáctico y dijo que era
improbable que se evitara por poco un choque. Dijo que los resultados del Hubble
reforzaron sus resultados previos. Bautizó como "Lactómeda" a la próxima galaxia
fusionada.
Tanto la Vía Láctea como Andrómeda son aproximadamente del mismo tamaño y la
misma edad: 10.000 millones de años. Se les ha considerado gemelas virtuales,
así que para los astrónomos es difícil decir cuál de ambas galaxias llevará la
peor parte de la colisión, dijo van der Marel.
Cuando el choque alcance su momento pleno, en unos 4.000 millones de años,
dijo que el Sol dispondrá todavía de 2.000 millones de años de vida. Sin
embargo, para ese entonces habrá crecido tanto y será tan caliente que la Tierra
podría dejar de ser habitable, a menos que la humanidad, agregó, desarrolle
técnicas de superingeniería.
Si bien esta colisión cósmica será un chispazo frente al Big Bang que creó
todo el universo, van der Marel dijo que ésta podría llamarse "the big smashup"
("el gran destrozo").
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