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domingo, 3 de junio de 2012

La ciencia y el fútbol arte

DE CÓMO LA PELOTA PUEDE DESAFÍAR A LA FÍSICA

Por : Rolando Páucar Jáuregui  / Físico nuclear

Diario El Peruano.- En plenas eliminatorias al Mundial Brasil 2014 y a un día del partido Colombia-Perú, con un horizonte gris, pues tenemos varios lesionados y los primeros resultados nos han sido adversos, alimento la esperanza de que alguno de los preparadores de estos definidores comprendan cómo y de qué manera un jugador frente al arco, siguiendo algunos conceptos de física, es capaz de marcar un gol que podría quedar en la historia.

En 1997, el brasileño Roberto Carlos, frente a la selección francesa, hizo el gol bautizado como "el que desafió la física" y fue posible gracias a que al darle efecto a la pelota, al golpearla de tal manera que salga girando sobre sí misma como nuestro planeta, se produce "el efecto espín", es decir, según los principios de la física, el balón adopta un comportamiento similar al movimiento intrínseco de rotación de una partícula elemental o de un núcleo atómico.
 
Este efecto en la aerodinámica, asociada a la pelota, también conocido como efecto Magnus, en reconocimiento al físico alemán Gustavo Magnus, se debe a la rotación sobre sí misma alrededor de un eje perpendicular al flujo del aire.
 
Cuando el borde del balón se mueve en la misma dirección que el flujo de aire, este viaja más rápido con respecto al centro de la pelota.
 
El efecto contrario ocurre en el lado opuesto de la pelota, donde el aire viaja más lentamente respecto del centro. Por lo tanto, allí existe una mayor presión: el aire empuja con mayor fuerza. Como consecuencia del giro, existe una fuerza neta que empuja lateralmente la pelota y esta se desvía de su trayectoria.
 
Ahora se sabe que cuando la velocidad de la pelota aumenta, la fuerza de Magnus disminuye. Esto significa que una pelota dando vueltas sobre sí misma, moviéndose en forma lenta, es desviada lateralmente en mayor proporción que la misma pelota desplazándose a gran velocidad. Entonces, a medida que la pelota va frenando, su desviación lateral se acentúa.
 
Si nuestros jugadores, al disparar un tiro libre, lo hacen muy fuerte y con "efecto", la pelota repentinamente cambiará su trayectoria como "frenando" en el aire, este efecto hace que la pelota curve su trayectoria en el aire y eso distraerá al arquero.
 
Quienes vieron el último mundial recordarán que la Jabulani, la pelota oficial del Mundial Sudáfrica 2010, fue el dolor de cabeza de muchos jugadores que no entendían qué sucedía con ese moderno y aerodinámico balón.
 
Espero, como hincha de la blanquirroja, que hoy nuestros jugadores dibujen una ecuación Magnus que nos haga soñar con llegar al mundial. La esperanza es lo último que se pierde.

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