Diario La Primera.- El último fin de semana un ex presidente del Instituto Peruano de Energía Nuclear, IPEN, dijo que la Terapia por Captura de Neutrones en Boro, BNCT, era muy fácil de implementar en el Perú y que lo podía hacer un estudiante de física. Es una lástima que haya tenido que esperar varios años para darse cuenta de ello, pues se hubieran salvado muchas vidas, si él hubiera tomado la decisión de implementarlo en su momento.
La técnica de BNCT, no es una técnica completamente desconocida en el país. En el año 1998 presenté un proyecto para implementar esta técnica en el Reactor de Investigación RP-10 del IPEN. Como suele suceder, la visión cortoplacista de los funcionarios que en ese entonces dirigían las riendas del IPEN, los llevó a decidir por actividades cuyos resultados se verían en días, “pintar las paredes y comprar computadoras”.
Finalmente, cambie el reactor nuclear del IPEN por un acelerador lineal de una clínica limeña y con un equipo interdisciplinario de profesionales de la salud y físicos nucleares implemente el más moderno servicio de tratamiento de tumores cerebrales sin necesidad de abrir el cráneo, luego de 3 años de trabajo de innovación tecnológica.
La terapia por captura de neutrones en boro, BNCT, utiliza los neutrones en radioterapia y busca aumentar la sobrevida de pacientes con cierto tipo de tumor cerebral, en particular, el glioblastoma multiforme, el tumor cerebral de peor pronóstico. Se realiza dopando al tumor con alguna sustancia rica en Boro (un elemento que tiene una gran capacidad de absorber neutrones) y luego se lo irradia con un haz de neutrones, lo que produce una reacción que destruye las células tumorales sin afectar al tejido que no ha absorbido boro.
La terapia por captura de neutrones en boro permite tratar tumores cerebrales muy agresivos y diseminados que no suelen responder a los tratamientos disponibles. En los tumores cerebrales malignos la cirugía convencional puede remover sólo la parte principal del tumor, pero no puede actuar sobre sus ramificaciones en el tejido sano, es por ese motivo que fracasan las terapias convencionales.
La necesidad de una gran cantidad de neutrones podría considerarse el primer inconveniente para aplicar esta técnica en el país. Sin embargo, en el Perú contamos con un reactor nuclear, el RP10 en el Centro Nuclear Oscar Miro Quesada de la Guerra (RACSO). Al cual luego de realizarle algunas modificaciones estaría apto para obtener los neutrones que necesitamos para aplicarlos en esta terapia. Este proceso incluiría además la realización de la dosimetría física del haz de neutrones, la planificación clínica de tratamientos en maniquís de polietileno y la instrumentación necesaria para la determinación del haz neutrónico.
Los primeros tratamientos con terapia por captura de neutrones en boro se hicieron en el laboratorio Brookhaven, en los Estados Unidos, en 1951. En Latinoamérica el desarrollo de esta técnica la encabeza el Instituto Roffo y la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) de Argentina, quienes han logrado luego de 7 años de investigación, el primer ensayo clínico en el año 2003.
Los científicos podemos librar una guerra efectiva contra el cáncer si nos apoyamos en el desarrollo de varias disciplinas, no sólo la biología y medicina son útiles. Los aliados deben incluir a diferentes profesionales, de esta manera se equilibrará la investigación médica en forma óptima para que pueda continuar su deslumbrante progreso. Sin embargo, todos estos desarrollos pueden irse al tacho si es que funcionarios con poca visión y poca gestión ponen piedras en el camino a estos desarrollos e impiden se abran nuevos espacios de esperanza para combatir con mayor eficacia el cáncer.
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