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miércoles, 14 de marzo de 2012

Tecnología para la detección precoz

La medicina nuclear trabaja en la detección precoz de las enfermedades con el fin de combatirlas en su etapa inicial. María Alfonso Martínez, especialista española del ramo, explica su precisión y funcionalidad en el mundo de la medicina.

ABC.com.- María Alfonso Martínez es máster en Alta Gestión Sanitaria por la Agencia Lain Entralgo y directora general del Instituto Tecnológico Pet (ITP) de Madrid. Desde su experiencia, grafica las ventajas de utilizar métodos modernos en la medicina. En su reciente visita al país, dio mayores detalles sobre las técnicas.

¿Cuándo es mejor actuar? Cuando el problema es pequeño. Así piensa María Alfonso Martínez respecto al tratamiento de las enfermedades. Su empresa es en la actualidad el único laboratorio de radiofármacos en España que integra la producción, comercialización y distribución del isótopo 18-FDG para el diagnóstico y monitorización del cáncer; además de otras moléculas PET (tomografía por emisión de positrones, en inglés Positron Emission Tomography).

“El costo-beneficio es muchísimo mejor para el paciente, porque es diagnóstico precoz. Cuando una planta es pequeñita la podés arrancar con las manos, pero si esperás a que sea un árbol, es más complicado”, dice la directora del Instituto Tecnológico Pet (ITP) de Madrid.

Tecnología de vanguardia
La profesional explica que para acceder a esta tecnología se deben tener en cuenta dos puntos: la producción y el centro sanitario o de recepción. “Respecto a la producción del radiofármaco, se utiliza una tecnología llamada ciclotrón, que es un acelerador de partículas y genera un producto no almacenable. Por eso, es recomendable que el centro productor esté cerca del centro receptor o el centro peticionario”, comenta la especialista.

“Una vez que se han acelerado las partículas con la velocidad de la luz, se produce un pequeño bombardeo y con esa molécula alterada, ese isótopo, se pasa a laboratorio y se termina de producir la fluorodexiglucosa o más conocida como 18-FDG. Una vez que tenemos el isótopo radiactivo unido a la glucosa mediante reactivos en el laboratorio, se envía inmediatamente al centro peticionario. El tiempo juega en contra, debido a que la vida del producto va decayendo hasta que, al cabo de 7 a 10 horas, ya no hay fármaco. El centro peticionario espera el radiofármaco con el paciente preparado (necesita estar siete horas en ayunas) y con una fuerte carga psicológica, para inyectarle el producto. Por eso, es importante que el paciente se pueda hacer la prueba en el día y la hora programados”, explica María Alonso sobre el procedimiento con los isótopos radiactivos.    

Una vez que está inyectado ese isótopo radiactivo, unido a la glucosa, la sustancia se distribuye en todo el cuerpo. “Es una prueba muy completa porque se realiza en la totalidad del organismo, ya que habitualmente cuando hay una sospecha de pulmón, de próstata o de mama, se hacen pruebas específicas. De esta manera, nos permite ver las posibles metástasis, si hay una proliferación celular a lo largo del cuerpo”, señala sobre los beneficios de este tratamiento.  

Tomografía por emisión de positrones  
La célula cancerígena es una célula joven, en pleno crecimiento desordenado y, por ello, ávida de glucosa. “Nosotros, que hemos inyectado la glucosa con el isótopo radiactivo, damos a la célula azúcar para que lo capte. Introducimos al paciente a una cámara que viene a ser físicamente como una resonancia. Sin embargo, en tecnología es diferente, es una tomografía por emisión de positrones, el PET unido a un TAC (tomografía axial computarizada). El PET nos da una información molecular, nos dice dónde está la célula captando la glucosa y el TAC nos indica exactamente la parte anatómica, dónde está el problema exactamente”, señala María Alfonso Martínez sobre el resultado que arroja la tomografía.    

Con este diagnóstico, el paciente pasa a cirugía con información ciento por ciento correcta de dónde se encuentra el problema molecular. “Es una tecnología que antes teníamos con el PET solamente. El PET TAC es la tecnología más avanzada. Es la unión de la parte de la información molecular con la información anatómica”, resalta.    

Todo hospital oncológico debería de contar con un servicio de estas características. “En el hospital es recomendable que exista un PET SCAN, que es la primera tecnología. Es aconsejable también que el centro productor del fármaco esté en un radio de influencia cercano al hospital. Habitualmente son 300 km a la redonda (el mercado natural del ciclotrón). Nosotros, por ejemplo, en la península suministramos el 86 % del mercado portugués y el 43 % del mercado español desde Madrid”, acota la entrevistada.    

El Instituto Tecnológico PET (ITP) se constituyó en 1994 en colaboración con la Universidad Complutense de Madrid, con la puesta en marcha del primer ciclotrón en España. Desde entonces, el ITP ha sido pionero en el desarrollo de la tecnología PET, tanto en producción de radiofármacos como en el área de diagnóstico.    

El ITP dispone, además, de una división de diagnóstico del cáncer por imagen con cámara PET/TAC, instalada en el hospital MD Anderson Internacional de Madrid. “Con una máquina es suficiente. Sin embargo, es alta tecnología y el mantenimiento tiene que ser local y altamente cualificado, que habitualmente no se encuentra. Esas circunstancias hacen que, por ejemplo, centros como el nuestro ya cuenten con dos ciclotrones. De esa manera evitamos problemas de viabilidad. Si no funciona el ciclotrón de la derecha, funcionará el de la izquierda”, refiere.    

De acuerdo a la Comisión Nacional de la Especialidad de Medicina Nuclear, los principales campos de la medicina nuclear son el diagnóstico por imagen y el tratamiento de determinadas enfermedades mediante el uso de medicamentos radiofármacos, abarcando prácticamente todas las especialidades médicas. “Las exploraciones de medicina nuclear son enormemente seguras, ya que los radiofármacos de uso diagnóstico se administran en dosis muy pequeñas, lo que hace que no tengan ninguna acción fármaco-terapéutica, efectos secundarios ni reacciones adversas graves. Por otra parte, la cantidad de radiación recibida por un paciente sometido a una exploración de medicina nuclear es similar o inferior a la recibida en una exploración radiológica convencional”, informan en internet.    

Agregan que se dispone de cerca de 100 tipos de exploraciones en medicina nuclear que permiten el diagnóstico precoz en patología ósea, cardiología, oncología, endocrinología; así como en neurología, nefrología y urología, neumología, hematología, aparato digestivo, patología infecciosa, sistema vascular periférico y pediatría.    

Para contar con esta tecnología en el país, se necesita una inversión de entre 5 millones y 8 millones de euros.

a. PET significa tomografía por emisión de positrones, en inglés Positron Emission Tomograpy.

b. Los positrones son antielectrones, partícula elemental del electrón que cuenta con la misma cantidad de masa y carga eléctrica, pero positiva.

c. Forma parte de la antimateria, aunque se producen en numerosos procesos radioquímicos como parte de transformaciones nucleares.

Cómo es la prueba
Duración. La prueba suele durar entre 15 y 30 minutos. Para la realización de la prueba, se administra mediante una inyección intravenosa glucosa flúordeglucosa, que está marcada con flúor 18, que es un isótopo radioactivo, y esa flúor glucosa se acumula fundamentalmente en las células que tienen una actividad metabólica alta, como son las células tumorales, marcándola en la prueba.

La técnica permitirá observar qué zonas tienen actividad tumoral y cuáles no, y dónde están esas zonas para poder abordarlas. Si se conoce la situación clínica del paciente, el grado de extensión de la enfermedad, si tiene más ganglios o menos, más o menos metástasis, etcétera, se puede elegir el tipo de tratamiento más adecuado y el que dará mejores resultados.

Antes de administrarle la glucosa, se deja al paciente en reposo durante 30 o 45 minutos para evitar que los músculos que están en actividad consuman glucosa.

Después, se le administra la glucosa y se esperan otros 30 o 45 minutos para que sea captada por las células que la tengan que captar y luego el paciente pasa a la máquina de PET TAC.

Fuente: weblog.mendoza.edu.ar

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