Rolando Páucar Jáuregui. Físico nuclear
Diario El Peruano.- En la Declaración de Budapest de 1999, la Unesco y el Consejo Internacional para la Ciencia señalaron que "para que un país esté en condiciones de atender a las necesidades fundamentales de su población, la enseñanza de las ciencias y la tecnología es un imperativo estratégico".
Diario El Peruano.- En la Declaración de Budapest de 1999, la Unesco y el Consejo Internacional para la Ciencia señalaron que "para que un país esté en condiciones de atender a las necesidades fundamentales de su población, la enseñanza de las ciencias y la tecnología es un imperativo estratégico".
Poco se ha hecho al respecto en el Perú, contrariamente se ha incrementado el desinterés e incluso rechazo de los jóvenes hacia el estudio de las ciencias.
Contribuyen a esta situación errores de enfoque como aquella tesis que
plantea que la educación científica está dirigida solo a profesionales en ese
campo.
Así lo demuestran los currículos existentes. Olvidan por completo sus
autores que debe considerarse a la ciencia como parte de la cultura de los
individuos, como un medio para interpretar lo que sucede a su alrededor y
convertirla en parte de sus vidas.
Por otro lado, una educación centrada casi exclusivamente en los aspectos
conceptuales, no contribuye en nada a la imagen pública de la ciencia y la hace
parecer inaccesible, como lo demuestra la disminución del interés de los jóvenes
por estudiarla.
Apostar por una educación científica orientada a la formación ciudadana, en
lugar de la prioridad de preparar futuros científicos, genera resistencias en
numerosos profesores y de los propios científicos, los que argumentan, con
legítima razón que la sociedad necesita científicos y tecnólogos que han de
formarse y ser adecuadamente seleccionados desde los inicios de su formación,
algo muy cierto.
Superando los conceptos rigurosos y planteando los aprendizajes como una
actividad, próxima a la investigación científica, los alumnos serían capaces de
incorporar esos conocimiento científicos a su vida diaria y a partir de ahí
usarlos para múltiples situaciones.
Todas estas palabras podrían sonar repetitivas y parte de un discurso que
hemos escuchado miles de veces, pero cuando estás frente a niños y jóvenes
alumnos, la situación cambia y ves la importancia de tomar pronta acción ante
esa realidad.
Existe capital humano con ganas de escuchar y aprender, lo que se necesita
es cambiar el "chip" a los maestros, para que la enseñanza de las ciencias deje
de estar centrada en los qué y se dirija a los cómo.