Sobre el ministerio de ciencia y tecnología

CUANDO EL DEBATE ESTÁ SUJETO A INTERESES PERSONALES

Rolando Páucar Jáuregui. Físico Nuclear

Diario El Peruano .- El año pasado, cuando el aún candidato presidencial Ollanta Humala Tasso planteaba la creación de un ministerio de ciencia y tecnología muchos iniciamos un interesante debate en torno a esa propuesta, unos respaldaron el proyecto y otros anotaron objeciones.

Meses después, ya en el gobierno, el Jefe del Estado formó una comisión para evaluar qué tipo de institucionalidad es la que el país precisa.

Todo estaría bien si no fuera porque esta coyuntura nos ha permitido ser testigos del comportamiento de quienes alzando su voz, títulos, grados y otros galardones, han querido dejar sentado que sus propuestas y opiniones en el campo científico son mejores y tienen más valor que la de otros profesionales.

Así nos vimos enfrascados en presentaciones de libros, correos electrónicos y videos en donde se mostraba la relación de artículos en revistas indexadas que habían publicado y cuando parecía que habíamos visto todo ahora nos dan la sorpresa con la presentación de un libro en donde se incluirá las opiniones de cibernautas sobre políticas de ciencia y tecnología.

En esta guerra de egos, estos personajes han ido convirtiendo en materia oscura un debate que debió darse en términos ponderados, pensando en el país más que en nuestros propios intereses.

Sus opiniones ni reflejan ni absorben ni emiten nada. La luz mira hacia otro lado y se comporta como si la materia oscura no existiese, excepto por un detalle, la materia oscura sigue siendo materia y, tal como predice la Teoría de la Relatividad General, es capaz de curvar el camino de la luz en sus cercanías.

Lo que en un primer momento podría haber sido interpretado como la necesidad de que sus propuestas sean escuchadas por el Gobierno, se ha ido convirtiendo en un proceder irracional.

Quienes hemos tenido la oportunidad de estudiar la física cuántica, que es una especie de ojo de cerradura, sabemos que las realidades verdaderas, esas que suelen venderse como absolutas no lo son. Por esa razón, las recetas milagrosas resultan poco creíbles.

Lo cierto es que estas luminarias están esperando que el Presidente anuncie la creación de un Ministerio de Ciencia y Tecnología para ser agregado dentro de sus triunfos personales.

Sobre el debate del incremento del presupuesto no dicen nada, todos se olvidaron de que sin un presupuesto idóneo no podremos avanzar, y menos sobre laboratorios que se necesitan.

Sin científicos no sé a quienes va a dirigir este nuevo ministerio. Pero las cosas pueden ser distintas, porque la solución no está lejos, sino anclada en los deseos y trabajo arduo de buenos profesionales a quienes no los mueven intereses personales, imaginémonos lo que podrían hacer si se sumaran nobles y sinceros deseos, tal y como lo dice la física cuántica.