ABC .com.- LIMA. El misterio por la muerte de al menos 877 delfines en Perú se profundizó el miércoles luego de que el Gobierno descartó que la causa fuera la actividad humana y apuntó a que fallecieron por causas naturales.
El reporte final de una investigación del estatal Instituto del Mar del Perú (Imarpe), que controla uno de los más ricos ecosistemas marinos del mundo, dijo que el deceso de los delfines no fue por falta de alimento, así como tampoco por caza de pescadores, o pesticidas o contaminación por metales, ni infecciones ni virus.
Asimismo afirmó que no había evidencia concluyente sobre vínculos entre la muerte masiva de delfines de hocico largo y las exploraciones sísmicas petroleras mar adentro en el norte de Perú. Pero sí abrió la posibilidad de que el calentamiento anormal de la superficie del mar del océano Pacífico y los altos niveles de algas podrían haber jugado un rol, al afirmar que serían necesarios otros análisis para determinar si son tóxicas algunas especies de plancton rojo y marrón del mar.
"El informe concluye que la muerte de los delfines son por causas naturales y no obedecen a ninguna actividad humana, es lo que podríamos decir como gran conclusión", dijo la ministra de la Producción, Gladys Triveño, cuyo despacho regula a Imarpe. Sin embargo, la Organización No Gubernamental local ORCA afirmó que la muerte de los delfines se dio como consecuencia de "agudas ondas sonoras", provocadas por las pruebas sísmicas 3D que realizan las petroleras para confirmar crudo en el mar.
Estas ondas dañaron el oído de los mamíferos marinos que habrían salido a la superficie muy rápidamente, explicó.
"Encontramos que las células presentaban lesiones, daños por burbujas y eso está asociado a 'síndrome de descompresión' que fue la conclusión a la que llegamos finalmente", afirmó Carlos Yaipén, director de ORCA.
El Gobierno y varios científicos independientes afirman que es imposible probar que las burbujas fueron la causa del síndrome de descompresión, conocido por los buzos como embolia gaseosa.
En la zona norte en el mar de Perú opera la petrolera estadounidense BPZ Energy. La firma dijo recientemente que las muertes de delfines fueron reportadas antes de que realizaran sus pruebas sísmicas en febrero, las cuales afirma cumplen con todos los estándares en materia de seguridad marina.
Otra compañía, Savia Perú, ha afirmado que no estaba trabajando en esa área cuando murieron los delfines. Ambas empresas han afirmado que la tecnología de exploración sísmica es usada en todo el mundo y que nunca ha causado la muerte masiva de animales marinos. El deceso a gran escala de delfines es relativamente común globalmente y no tiene explicación frecuentemente, aunque a veces las algas han sido citadas como una causa.
Los delfines no fueron los únicos animales que fallecieron en la costa norte de Perú en recientes semanas. Este mes un calentamiento del mar ahuyentó a bancos de peces y provocó la muerte de unas 5.000 aves marinas por falta de alimento. Según el Gobierno, no hay relación entre la muerte de los pelícanos con la de los delfines.
Las autoridades informaron más bien que se ha alterado el ecosistema en esta zona del océano Pacífico debido al calentamiento del mar por la presencia desde febrero de aguas cálidas provenientes de Ecuador y Australia. Esto generó la huída de especies marinas como la anchoveta -alimento básico de los pelícanos- y la posterior muerte por inanición de estas aves, precisaron.
Un evento parecido ocurrió en 1997, cuando aparecieron muchos pelícanos muertos en la costa norte de Perú ante la escasez de la anchoveta debido al calentamiento del mar por el fenómeno climático conocido como El Niño. Sin embargo, expertos afirman que es prematuro hablar de la presencia del fenómeno climático El Niño, pues el actual calentamiento del mar no tiene aún patrones definidos.
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