Y sin embargo, se mueve

BlogsPeru21.pe.- Cuando hace unos cuatro años fui invitado a dar una conferencia sobre la importancia de las ciencias y cómo ellas habían impactado en mi vida, no dudé en ir. Siempre me ha fascinado hablar de para qué y por qué me animé a estudiar física en un país en donde la gran mayoría quieren ser contadores y abogados.

Cuando hace unos cuatro años fui invitado a dar una conferencia  sobre la importancia de las ciencias  y cómo ellas habían impactado en mi vida, no dudé en ir. Siempre me ha fascinado hablar de para qué y por qué  me animé a estudiar física en un país en donde la gran mayoría quieren ser contadores y abogados. ¿Acaso es un manera de autoafirmarme? El auditorio estaba repleto de egresados de secundaria, chicos y chicas que, a decir verdad, seguro habían sido obligados a escucharme. 

Igual fui contándoles la serie de historias que viví, que no son pocas, y que me habían  conducido  a lo que ahora es mi vida,  un innovador tecnológico y amante de las ciencias. Recuerdo esa conferencia, en particular, porque al final muchos de estos chicos(as) me abordaron para hacerme más preguntas sobre la ciencia y quienes trabajamos con ella. Espero  no haber sido tan aburrido como se suele pensar que somos. 

Sin embargo, debo admitir que me he acostumbrado a conferenciar con el público en contra. Mi especialidad, la energía nuclear, no me ayuda mucho. Incluso me han tildado de loco al creer en la energía nuclear como alternativa de desarrollo o declarar en contra de posturas incongruentes  y poco consecuentes de mis colegas. El doble discurso casi se ha convertido en nuestra marca registrada. 

Pero ahí vamos, estos años  han sido un reto y una búsqueda personal. Si no estás convencido de que tú puedes hacer algo independientemente de lo mal que va el mundo, entonces apaga la luz y vámonos a ver la telenovela de moda. Por eso quise titular mi blog con las palabras que se le atribuyen a Galileo, considerado el primer científico experimental.  Eppur si muove (y sin embargo, se mueve) simboliza la tenacidad de la evidencia científica frente a la censura, a las convenciones, al poder y la ignorancia.

Creo que si obramos en una forma ética y consecuente con nuestros valores, principios y actitudes, que son los que han impulsado nuestra vida, estaremos encaminados a trabajar por el bienestar de la Humanidad.