El Gobierno iraní ha anunciado también que instalará una nueva generación de centrifugadoras
Diario El Pais.com.- Paso a paso, aunque aseguren que se trata de un plan nuclear con fines civiles, las autoridades iraníes anuncian nuevos avances en su programa atómico. “Las primeras barras de combustible nuclear fabricadas en Irán serán cargadas en el reactor de investigación nuclear en presencia del presidente Mahmud Ahmadineyad”, ha asegurado este miércoles Ali Baqeri, subdirector del Consejo de Seguridad Nacional de Irán. El reactor producirá isótopos radiactivos para fines médicos y agrícolas.
El anuncio coincide con una ola de explosiones en Georgia, India y Tailandia, y la detención de dos iraníes aparentemente vinculados a las bombas de Nueva Delhi que dejaron una isralí herida, que han disparado las acusaciones de Israel contra Teherán.
El Gobierno iraní ha anunciado también que pondrá en marcha una nueva generación de centrifugadoras para el enriquecimiento de uranio hasta el 20% (para la fabricación de una bomba atómica es necesario llegar al límite del 95%). “La cuarta generación de centrifugadoras fabricadas en Irán tienen mayor capacidad de producción a mayor velocidad” serán presentadas hoy, según informó la televisión estatal.
Los reactores nucleares iraníes disponen de combustible argentino que es necesario sustituir a corto plazo. Desde hace un par de años el Gobierno de Teherán intentó que países extranjeros se comprometieran a proporcionar esas barras de combustible nuclear para que no fuera enriquecido el uranio en Irán. Francia y Rusia se ofrecieron a suministrar el combustible, pero el acuerdo fue frustrado por los sectores más conservadores del régimen. Los intentos de Turquía y Brasil por impulsar una segunda vez la alternativa del suministro por países extranjeros tampoco prosperó.
Teherán ya había anunciado el pasado mes de enero que había fabricado y probado con éxito las barras de combustible para sus plantas nucleares. La puesta en escena de hoy tiene seguramente dos finalidades: demostrar que las durísimas sanciones económicas impuestas por los países occidentales no impiden el desarrollo del programa atómico iraní y reforzar la postura negociadora de Irán ante eventuales negociaciones con los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad (EE UU, China, Rusia, Francia y Reino Unido) más Alemania. El régimen no se cansa de repetir su disposición a negociar, pero no hay perspectivas de que vaya a producirse una nueva reunión. La última ronda fracasó en enero de 2011 después de que Teherán se negara a suspender los trabajos para el enriquecimiento de uranio.
Aunque persisten incógnitas sobre los objetivos precisos y los autores, materiales e intelectuales, de las explosiones ocurridas en menos de 48 horas en Tbilisi, Nueva Delhi y Bangkok, lo cierto es que la esposa de un diplomático israelí resultó herida este lunes en la capital india cuando un motorista adosó una bomba a un coche de la Embajada, que un hombre con pasaporte iraní perdió las piernas al estallarle un artefacto en la capital tailandesa este martes, que otro iraní fue detenido horas después y que las acusaciones mutuas entre Israel e Irán se han recrudecido. “Irán se toma la revancha”, titulaba esta mañana en primera página Yediot Ahronot, el diario israelí más vendido. “Los pasaportes de terroristas de la misteriosa explosión en Bangkok y hallazgos en los artefactos explosivos en India y Georgia lo prueban: terrorismo de Teherán”, explicaba el subtítulo.
Los investigadores tailandeses creen que han encontrado una conexión entre las bombas de Nueva Delhi y Bangkok: tienen los mismos imanes. La policía investiga su origen. Además, Tailandia e India son dos de los países que más les gustan a los israelíes para pasar sus vacaciones o para el viaje que suelen hacer al acabar el servicio militar.
Estas misteriosas explosiones, o atentados frustrados, ocurren después de que al menos cuatro científicos iraníes vinculados al programa nuclear de ese país hayan sido asesinados, el último el pasado enero, precisamente con el método del motorista que pega una bomba a un coche y huye veloz. Nadie ha asumido la autoría de esas muertes, de las que Teherán acusa a Israel y a Estados Unidos.
Coinciden los ataques de esta semana también con las cada vez más frecuentes declaraciones de dirigentes israelíes sobre la creciente urgencia de un ataque militar a las instalaciones que albergan el programa nuclear iraní para frenar la posible consecución de la bomba atómica. Una operación -para la que los líderes políticos israelíes tienen más prisa que los militares- que podrían lanzar antes del verano, preferentemente con colaboración estadounidense pero si no en solitario.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha apelado esta mañana en la Kneset al resto del mundo para que ponga límites a Irán, cuyos líderes han amenazado reiteradamente al Estado judío. “Daña a diplomáticos inocentes en muchos países y las naciones del mundo deben condenar las acciones terroristas de Irán y delimitar líneas rojas a la agresión de Irán. Si esta agresión no se para, se extenderá a muchos países”, ha advertido Netanyahu.
Teherán también ha contribuido a aumentar la tensión por boca de su ministro de Exteriores, Ramin Mehmanparast, citado por la televisión oficial. “La República islámica cree que elementos del régimen sionista ]en referencia a Israel] son responsables de estos actos terroristas”. Sostiene Mehmanparast que, al acusar a Irán, el objetivo de Israel “es ocultar su esencia perpetrando actos terroristas, particularmente el asesinato de científicos de Irán”.
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