Por: Rolando Paucar Físico Nuclear
Blogsperu21.pe.- La quinua es un
cultivo originario de los Andes. Se dice que fue parte fundamental de la
dieta de los antiguos peruanos, al igual que la papa, el maíz y otros productos
que hoy alimentan al mundo.
En la actualidad, somos el primer
productor mundial de quinua, seguido de Bolivia y -algo que llama la
atención- de Estados Unidos, país que se ha interesado mucho en este producto
andino. La Asamblea General de las Naciones Unidas ha declarado al año 2012 como
el Año Internacional de la Quinua. La FAO la ha reconocido como parte de
los Sistemas Importantes de Patrimonio de la Agricultura Mundial-SIPAM y la OMS
la considera como "Alimento del Futuro".
La razón principal de tantas distinciones
radica en sus propiedades nutricionales. Contiene nada menos que 10
aminoácidos esenciales para el ser humano, entre los que destaca la lisina,
de vital importancia para el desarrollo de las células cerebrales. Mejora la
actividad mental y el crecimiento físico.
Los granos de la quinua brindan también
minerales y vitaminas tales como la A, C, D, B1, B2, B6, ácido fólico,
niacina, calcio, hierro y fósforo, sin que su ingestión suponga la inclusión
de colesterol ni de gluten en la dieta.
Crece de forma rústica entre los 2,500 y
4,000 metros sobre el nivel del mar, resiste adversidades climáticas, y
los suelos que la cobijan pueden ser tierras áridas y semiáridas, lo que
determina una ventaja adicional para alimentar a las poblaciones más
pobres.
Considerando las tantas virtudes de la
quinua y lo que podría resultar para las necesidades alimenticias de la
creciente población global, el interés por su estudio se ha visto
incrementado a nivel mundial.
Las investigaciones sobre la quinua son de
variada índole. Algunas están dirigidas a incrementar su producción y mejorar su
cultivo sin usar productos químicos. Otras están relacionadas con su valor
nutricional.
De nuestra parte, junto a un grupo de
reconocidos investigadores de la Facultad de Física y del Instituto de
Materiales y Reactivos de la Universidad de la Habana y del Instituto de Física
Experimental de la Universidad Kossuth de Hungría, hemos realizado una
investigación en donde mostramos, a través de métodos nucleares analíticos
aplicados a diferentes partes de la planta, resultados cuantitativos sobre el
contenido de nitrógeno y potasio.
El propósito es aportar criterios que
favorecen su uso como fertilizante natural o en dosificación más apropiada de
los fertilizantes industriales, en caso de ser utilizados.
Los resultados que hemos obtenido, y que
pronto serán publicados en una revista internacional, nos permiten recomendar,
como fertilizante natural, el uso de las partes de la planta de quinua que
normalmente se descartan durante el cultivo, ya que no se utilizan
comúnmente en el consumo directo.
Para tal efecto se han combinado métodos
nucleares como el análisis por activación neutrónica de 14 MeV,
fluorescencia de rayos X y espectroscopía gamma.
Como se puede apreciar, la quinua y su
estudio tienen aún mucho por aportar, y la tecnología nuclear demuestra una vez
más ser una herramienta útil para fines pacíficos.
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