Seguridad energética regional

Rolando Paucar Jáuregui. Físico Nuclear

Diario El Peruano.- Los esfuerzos a nivel mundial y regional por impulsar las energías renovables son aún insuficientes.

 

 Los combustibles fósiles siguen siendo y al parecer para las próximas décadas la fuente dominante de la energía primaria a nivel global.

Como se sabe, los recursos energéticos en América Latina no se encuentran distribuidos de manera uniforme, pero la región necesita de un suministro estable y seguro de energía para alcanzar el desarrollo sostenible y mejorar la competitividad.

En las últimas tres décadas, los gobiernos han realizado esfuerzos por diseñar mecanismos de complementariedad y cooperación con miras a lograr la integración energética del continente.

En ese contexto, el presidente Humala hace poco ha inaugurado en Arequipa la primera central fotovoltáica de Sudamérica que se estima generará 40 megavatios de electricidad a partir de la energía solar, lo que beneficiará a 8,000 habitantes.

 

Este proyecto es considerado como la apertura a la utilización de energía renovable en el país. Asimismo, el Gobierno ha anunciado que el Ministerio de Energía y Minas está en conversaciones otros países de la región, como Ecuador, por ejemplo, para formar "un anillo de seguridad energética" a fin de garantizar el abastecimiento eléctrico para la industria y la población.

 

Más que integración propiamente dicha, durante mucho tiempo se ha trabajado a nivel regional un proceso de interconexión estratégica de las redes de energía en corredores internacionales.

Así se busca permitir trabajar bajo un marco normativo común y servicios adecuados, para lograr una circulación ágil y eficiente de los energéticos. Durante la década de 1990, las iniciativas de cooperación en la región tuvieron lugar en un contexto mundial en el que la garantía del acceso a la energía fue considerada crecientemente como un tema estratégico y de seguridad nacional, especialmente en los países desarrollados.

En los últimos años, pese a las dificultades que se han presentado en los procesos de integración e interconexión energética de la región, se han producido ciertos avances.

Su construcción, en términos de infraestructura, así como de marcos legales adecuados desde una perspectiva regional, sigue siendo un desafío pendiente cuya ejecución puede permitirle a la región un mejor posicionamiento geopolítico en el escenario internacional.

Si se hace un balance se puede observar que los intentos de avanzar hacia la integración energética regional por la vía multilateral han resultado poco exitosos hasta el momento y, más bien, se han registrado mayores avances en el plano bilateral. Como es el caso de las conversaciones que tiene el actual gobierno con Ecuador. Esperamos lleguen a buen puerto.