Prensa Latina.- Tokio, 9 sep (PL) La Tokyo Electric Power (Tepco) intenta reactivar su imagen pública para poner en marcha una planta nuclear en Kashiwazaki- Kariwa en el 2013, según informaciones de la agencia Kyodo.
Por lo pronto, la compañía, actualmente intervenida por el Gobierno, contratará a expertos nacionales y extranjeros para que evalúen a fondo las consecuencias del accidente en la central de Fukushima.
El plan, de acuerdo con lo divulgado, intenta rescatar la imagen pública de Tepco, seriamente cuestionada por sus ineficiencias a raíz del terremoto y posterior tsunami del 2011 y que generaron una crisis nuclear sin precedentes en el país.
Hirohiko Izumida, gobernador de la provincia de Niigata y donde se ubica la instalación de Kashiwazaki- Kariwa, reiteró que la reapertura de la planta no debe ser una decisión unilateral y debe ser analizada con profundidad.
Tepco, en bancarrota a raíz de las multimillonarias pérdidas luego del desastre, violó requisitos de seguridad, falseó informes al respecto y actuó lentamente y con indecisión para resolver los múltiples problemas generados.
Diversas comisiones, oficiales e independientes, señalaron esas deficiencias e incluso culparon por igual a la empresa y al entonces gobierno del primer ministro, Naoto Kan, quien renunció al cargo.
Los graves problemas acumulados, entre ellos, la permanencia de 80 mil evacuados de Fukushima y los altos niveles de contaminación comprobados, provocaron amplias protestas populares en todo Japón.
Por lo pronto, la compañía, actualmente intervenida por el Gobierno, contratará a expertos nacionales y extranjeros para que evalúen a fondo las consecuencias del accidente en la central de Fukushima.
El plan, de acuerdo con lo divulgado, intenta rescatar la imagen pública de Tepco, seriamente cuestionada por sus ineficiencias a raíz del terremoto y posterior tsunami del 2011 y que generaron una crisis nuclear sin precedentes en el país.
Hirohiko Izumida, gobernador de la provincia de Niigata y donde se ubica la instalación de Kashiwazaki- Kariwa, reiteró que la reapertura de la planta no debe ser una decisión unilateral y debe ser analizada con profundidad.
Tepco, en bancarrota a raíz de las multimillonarias pérdidas luego del desastre, violó requisitos de seguridad, falseó informes al respecto y actuó lentamente y con indecisión para resolver los múltiples problemas generados.
Diversas comisiones, oficiales e independientes, señalaron esas deficiencias e incluso culparon por igual a la empresa y al entonces gobierno del primer ministro, Naoto Kan, quien renunció al cargo.
Los graves problemas acumulados, entre ellos, la permanencia de 80 mil evacuados de Fukushima y los altos niveles de contaminación comprobados, provocaron amplias protestas populares en todo Japón.
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