(Escrito por Rolando Páucar - 22/05/08).- El ALC-UE nos ha dejado no sólo, acuerdos, anécdotas, contratiempos y uno que otro entredicho entre los representantes, visitantes y periodistas que asistieron y pese que en opinión de algunos el saldo ha sido favorable y para otros sólo cumplidor, que duda cabe que ha sido una ventana abierta de oportunidades no sólo comerciales para el país.
Uno de los temas tratados en las reuniones que sostuvieron los Presidentes de Brasil y Perú, es el de la integración energética, en donde se planteó el desarrollo de proyectos hidroeléctricos para la exportación de energía. Esta integración energética que precisa ser promovida sobre la base de la profundización de las experiencias que cada país tiene en su haber requiere desde ya la consideración de mecanismos financieros innovadores y de propuestas sectoriales que permitan una mejor realización de inversiones en infraestructura física como la que propone Brasil.
Pero esto no es todo, a decir del presidente Alan García, se espera mucho más de Brasil de lo que se tiene hasta el momento, por lo cual invito a empresarios de ese país a invertir en el país. Lo que olvidó nuestro Presidente es que para pedir inversiones debemos ser nosotros, los interesados, quienes seamos capaces de mostrar nuestras potencialidades, sino ¿quién mas podría hacerlo?.
Un ejemplo es el tema nuclear que una vez mas ha sido dejado de lado. Como se sabe hace algunos meses Argentina y Brasil han firmado 17 acuerdos bilaterales de cooperación, que incluyen áreas como la farmacología, la nanotecnología, la energía hidroeléctrica y la nuclear, pero para las autoridades argentinas y brasileñas el resultado más importante fueron los acuerdos nucleares. ¿Por qué?
El acuerdo nuclear firmado ha sentado las bases para crear una empresa binacional de enriquecimiento de uranio –que produciría en forma industrial. Los acuerdos en materia de energía atómica también comprenden el montaje de una compañía binacional que produciría centrales electronucleares, con el fin de atender las necesidades de los sistemas eléctricos de ambos países.
Y si bien el Perú no es productor de uranio y tampoco cuenta con un reactores productores de electricidad si tenemos uno de los reactores de investigación mas grandes de la región el RP10, en el cual se produce radioisótopos con fines médicos, material radiactivo que en estos momentos necesita con urgencia Brasil para cubrir su alta demanda nacional, ya que su actual proveedor, una empresa canadiense está a punto de cerrar. Esta situación ha motivado que Brasil esté estudiando la posibilidad de que sea China quien pase a ser su proveedor. ¿Y el Perú acaso no puede hacerlo?.
Desde el punto de vista técnico es viable y si lo vemos desde la óptica económica, esta situación es muy ventajosa ya que en unos cuatro años podríamos recuperar los 120 millones de dólares que el Estado invirtió en la instalación del RP10 y de paso consolidar un intercambio de tecnología nuclear con Brasil e iniciar de una vez por todas el camino de la integración energética nuclear sudamericana cuyo modelo viene consolidándose en el Mercosur.
El contexto es el mejor, además no podemos desestimar lo dicho por el mismo Lula, cuando sostuvo que el Perú va a ser mucho mejor aliado de Brasil que cualquier otro país situado al otro lado del Océano Atlántico.¿Qué esperamos?